Por Eileen B. Wyner, enfermera practicante
Bulfinch Medical Group
Hablemos sobre el embarazo. Vamos, no me abandone, a WordPress no se le cruzaron los cables y la transportó a Mommies 101 (Mamás 101). La diabetes nos resulta más familiar cuando hablamos del tipo 1 o del tipo 2, pero hay otra forma de diabetes que es exclusiva de las embarazadas.
La diabetes gestacional (DMG) es un tipo de diabetes que se presenta en las embarazadas que no tienen antecedentes de diabetes de tipo 1 o de tipo 2. La mayoría de las veces se la diagnostica entre las semanas 24 y 28 y desaparece una vez que nació el bebé. La DMG se presenta en alrededor del 2 % al 10 % de los embarazos, pero con los criterios revisados recientemente de la Asociación Estadounidense para la Diabetes (ADA, por sus siglas en inglés), la incidencia puede alcanzar el 18 %.
La DMG aparece cuando las embarazadas comienzan a generar resistencia a la insulina (RI), durante el segundo y el tercer trimestre. Las responsables de esta RI son las mismas hormonas que liberan la placenta para favorecer el desarrollo fetal. El páncreas de la madre trabaja muy duro para fabricar la insulina suficiente, pero no logra disminuir sus concentraciones de glucosa. El exceso de glucosa en la sangre de la madre atraviesa la placenta pero no la insulina, de modo que el azúcar en la sangre del bebé que se está gestando aumenta. En respuesta, el páncreas del bebé libera más insulina, que actúa como hormona de crecimiento y contribuye al aumento del peso del bebé en el momento del parto.
Entre los factores de riesgo de desarrollar DMG se incluyen: estar excedida de peso o tener obesidad en el momento de la concepción, tener más de 35 años de edad, antecedentes familiares de diabetes, antecedentes personales de DMG en embarazos anteriores y ser afroamericana, hispánica, americana nativa o asiática.
Diagnóstico
El diagnóstico de DMG se hace con una prueba de tolerancia a la glucosa por boca, normalmente alrededor de la semana 24 (aunque puede hacerse antes si aumenta la sed, si hay infecciones frecuentes de las vías urinarias o si se encuentra azúcar en la orina en los análisis mensuales). La prueba comienza con el control del azúcar en la sangre en ayunas y luego se da a la madre una bebida de glucosa concentrada. Luego, el azúcar en la sangre se controla a intervalos de una y dos horas. Según las directrices de la ADA, el intervalo en ayunas debería ser inferior a los 92 ml/dl, el correspondiente a una hora, inferior a 180 ml/dl, y el correspondiente a las dos horas, inferior a 153 mg/dl. Se diagnostica DMG si cualquiera de las pruebas está por encima de lo esperado.
Después del diagnóstico es importante controlar la DMG tan de cerca como sea posible, dado que hay posibles complicaciones tanto para la madre como para el bebé que un control atento puede identificar para que se inicie el tratamiento más adecuado tan pronto como sea posible. Las mujeres con DMG están en mayor riesgo de desarrollar hipertensión y preeclampsia. La complicación más común para el bebé es el mayor peso al nacer (superior a 9 libras), que puede hacer necesaria una cesárea (aunque también muchos son partos por vía vaginal). Los bebés con mayor peso al nacer pueden sufrir daños en los hombros en el momento del parto, otra razón por la que se pueda necesitar una cesárea. Algunos bebés pueden nacer con hipoglucemia debido al exceso de insulina fabricada por el páncreas, pero esto se trata fácilmente con agua azucarada o leche maternizada y, normalmente, se corrige en 24 horas o menos. Sin embargo, es importante saber que muchos de estos bebés nacen sin ninguna complicación.
El control de la DMG requiere una estrecha colaboración entre la madre y el equipo de atención médica (obstetra, educador en diabetes, nutricionista matriculado y endocrinólogo). Los aspectos más importantes del autocontrol de la diabetes son la modificación de la alimentación y el ejercicio físico, pero también es importante controlar el azúcar en la sangre antes de las comidas y a la hora de dormir. Muchos proveedores recomendarán también a las mujeres que hagan un control de las cetonas en la orina cada mañana, como una manera rápida y fácil de ver si el bebé recibe la nutrición suficiente durante la noche. La aparición ocasional de cetonas en la orina no es señal de un problema, pero si estos aumentos son persistentes, deberá analizar el tema con su equipo de atención médica.
Hay veces en que los cambios en el estilo de vida no son suficientes para mantener las concentraciones de azúcar en la sangre dentro de los niveles deseados. La insulina humana es el mejor método disponible para el control médico, y es uno de los medicamentos más seguros para usar durante el embarazo. Por el momento no hay información definitoria sobre la seguridad de usar agentes orales o insulina de acción prolongada durante el embarazo, aunque puede haber circunstancias especiales en las que estos medicamentos se usen.
Después del parto
Lo estupendo de la diabetes gestacional es que desaparece tan pronto como nace el bebé. Sin embargo, dado que la DMG es un factor de riesgo para el desarrollo de diabetes de tipo 2 en el futuro, aún hay varias medidas que tomar para garantizar la continuidad de la buena salud. Es importante controlar los valores de azúcar en la sangre después del parto: entre 1/3 y 2/3, aproximadamente, de las mujeres que desarrollan DMG con un embarazo lo harán también en los embarazos siguientes. Es necesario hacer una prueba de tolerancia a la glucosa seis semanas después del parto para comprobar que la madre no ha desarrollado una prediabetes o una diabetes de tipo 2 (su proveedor de atención primaria o su obstetra pueden coordinarla para usted). Si los resultados de esta prueba son normales, la recomendación actual es hacerse un control de azúcar en la sangre en ayunas cada tres años con el fin de detectar una posible diabetes de tipo 2.
Después del parto deberá continuar con los mismos comportamientos que adoptó durante el embarazo para con su estilo de vida. Manténgase activa, tenga un régimen de alimentación sano y trate de mantener su peso en un intervalo adecuado para ayudar a prevenir el desarrollo de diabetes de tipo 2. Recuerde, si tiene preguntas sobre el plan para el control de su diabetes, siempre puede comunicarse con su proveedor de atención de la salud.
¡Que esté bien!