Por la Dra. Nicole Sherry
Directora del centro de diabetes del hospital pediátrico MassGeneral for Children
Los niños mayores que parten por primera vez para iniciar sus estudios superiores tienen que tomar nuevamente algunas decisiones respecto de cuánto desean revelar a otras personas (por ejemplo, a sus compañeros de habitación). Una vez más, estas decisiones dependen de qué tan cómodos se sientan con su diabetes. La única persona con quien sin duda deben hablar es su consejero de residentes, de modo que esa persona sepa dónde está el glucagón y cómo usarlo si es necesario.
Independientemente de que vayan a un establecimiento fuera del estado o permanezcan cerca de su casa, los jóvenes en edad de ir a la universidad en general conservan el mismo equipo de profesionales de la salud para atender su diabetes. Si la facultad está distante, las familias deberán investigar qué establecimientos médicos hay en la zona e identificar un equipo de atención para su hijo mientras están lejos.
Si prevén beber, los estudiantes deben saber que existe la posibilidad de hipoglucemia y deben seguir observando sus refrigerios. También aconsejamos a los estudiantes que no se queden solos después de beber y les recomendamos que usen siempre un brazalete de alerta médica. Los síntomas de la baja concentración de azúcar en la sangre pueden confundirse con los de una borrachera: un brazalete de alerta médica indicará a las demás personas que se necesita ayuda urgente.