Por Eileen B. Wyner, enfermera practicante
Bulfinch Medical Group
Me preguntaba… ¿cuántas veces por día piensa en sus pies? Estoy casi segura de que no piensa para nada en su sistema de transporte incorporado. Los pies nos llevan de un lado a otro todos los días y es fácil darlos por supuesto. A veces somos considerados con ellos y usamos calzado deportivo cómodo; otras veces, los forzamos a entrar en zapatos puntiagudos de tacos altos solo porque son muy elegantes. Las personas diabéticas deben estar más atentas a su medio natural de transporte, así que me gustaría compartir algunos comentarios acerca del cuidado de los pies.
La diabetes puede generar distintos tipos de complicaciones en los pies, incluidos callos, infecciones fúngicas y úlceras que no cicatrizan, que pueden dar lugar a infecciones bacterianas y a una amputación. Estas afecciones pueden ocurrir como una complicación de la diabetes a largo plazo y pueden ser más graves si los azúcares en la sangre no están bien controlados. La neuropatía, una complicación frecuente en las personas con diabetes, aparece con el tiempo cuando no se han controlado bien los azúcares en la sangre y se producen daños en las fibras nerviosas. Entre los síntomas de neuropatía pueden incluirse la sensación de hormigueo en los pies, menor sensibilidad a la temperatura y la alteración de la sensación de dolor. La enfermedad vascular periférica (EVP) aparece cuando hay daños en los vasos sanguíneos de los miembros inferiores y la mala circulación provoca dolor y contribuye a la mala cicatrización de las heridas. Estas dos condiciones pueden no ser totalmente prevenibles pero sí son controlables, y el cuidado que uno se brinde personalmente es parte importante de esto. Si sus síntomas son intensos, debería ver a un especialista en enfermedades vasculares y, si fuma, es muy importante que deje el hábito.
Hay muchas cosas que puede hacer para mantener sus pies sanos. Es muy importante que examine sus pies cada vez que sale de la ducha o de un baño de inmersión. Es posible que ya no sienta las cosas como lo hacía antes y tal vez tenga una lesión en un pie que no sintió cuando se la hizo. Si se hace un autoexamen, puede ver la lesión y empezar a tratarla. Compruebe si hay signos de uñas encarnadas, ampollas y callos. Busque atención médica para cualquier lesión sospechosa y vea a un podólogo dos veces por año para que le haga un examen completo de los pies (también puede ayudarlo a lidiar con las complicaciones). Si usted mismo se corta las uñas de los pies, es importante que no las corte demasiado cerca de los dedos para evitar que se encarnen. Además, es mejor que no sea usted el que se lime los talones o los callos, ya que es fácil que la abrasión pueda derivar en una infección. Mantenga la piel húmeda usando cremas para la piel en los pies (pero no entre los dedos). Está bien ir al pedicuro, pero hay algunas “reglas”:
- Evite los pedicuros si sus azúcares en la sangre no están controlados.
- Si tiene alguna duda respecto de la higiene del salón, NO VAYA A ESE LUGAR.
- No importa a qué pedicuro o manicuro vaya, lleve consigo sus propios alicates para las cutículas y límpielos usted mismo.
- Avise al técnico que es diabético y no desea que le corten las uñas y las cutículas demasiado cortas.
- NO permita que le limen los callos ni los ojos de gallo. Para esto, vea al podólogo.
Otra medida importante para mantener los pies sanos es conservar bien controlados los azúcares en la sangre y la A1C. Así, el riesgo de infección será menor y quizás mejore el dolor de la neuropatía. Si está teniendo problemas para continuar con los medicamentos o con el régimen de alimentación, hable con su equipo de atención de la salud. Asegúrese de que los zapatos sean cómodos de modo de evitar ampollas, uñas encarnadas o dolor. Tanto los zapatos como las botas para el mal tiempo son importantes para que sus pies estén secos, en especial durante los inviernos nevosos y las primaveras lluviosas de Nueva Inglaterra.
Siempre recibo las miradas más divertidas cuando les hablo a mis pacientes sobre caminar descalzo. Las personas me dicen que tienen alfombras en casa o que solo caminan sobre el pasto. En ese momento, mi estremecimiento es más que obvio. Las pequeñas partículas presentes en las alfombras, el césped, la arena de la playa y el mar son los posibles responsables de lesiones que pueden provocar infecciones graves. Recuerde, es posible que la sensibilidad de sus pies haya disminuido, de manera que la astilla que cinco años atrás lo habría hecho gritar podría pasar inadvertida hasta que se transforme en un problema más grave. Como mínimo, necesitará zoquetes con planta reforzada para andar por la casa, y es obligatorio el calzado especial para la playa y las piscinas, tanto en interiores como exteriores.
Así que esta noche quítese los zapatos, mueva los dedos y piense de cuántas maneras puede demostrar cuánto aprecia a su sistema incorporado de transporte. Hágase unos masajes en los pies, apóyelos sobre el diván y disfrute de los reestrenos de Todos aman a Raymond. Y mañana coordine una cita con el podólogo. Sus pies le sonreirán.