Por Eileen B. Wyner, NP
Bulfinch Medical Group

Bien… es otra vez esa época del año. Y no, no estoy hablando de envíos gratuitos en Amazon.com ni de las liquidaciones “lleve dos al precio de uno” ¡sino de la menos glamorosa y siempre anual TEMPORADA DE RESFRÍOS Y DE GRIPE! Todos somos vulnerables y debemos cuidarnos, pero cualquier enfermedad puede significar un desafío aún mayor para los diabéticos. Cada año se dan a conocer muchos informes sobre graves complicaciones de la gripe; por lo tanto, es importante que tome conciencia de las enfermedades y de las sutiles diferencias que existen entre ellas.

Comencemos por entender qué son el resfrío y la gripe y qué los diferencia. Ambas son enfermedades respiratorias víricas causadas por dos virus distintos. En ocasiones es difícil decir cuál de las dos padece, así que estos son algunos puntos clave que debe conocer. El resfrío aparece normalmente en forma gradual, con síntomas como secreción nasal, estornudos y dolor de garganta. No es común tener fiebre con el resfrío, pero se puede tener tos entrecortada. La gripe se caracteriza por un inicio abrupto de la fiebre, que puede alcanzar los 101°-103°, junto con escalofríos, dolores intensos en el cuerpo y tos seca. La intensidad de los síntomas de la gripe es normalmente tan abrumadora que es necesario suspender las actividades normales hasta sentirse mejor.

Tratar estas enfermedades puede ser un desafío, puesto que no hay una cura mágica. Dado que ambas son causadas por un virus, los antibióticos no sirven (los antibióticos se indican solo cuando hay una infección bacteriana). Es importante tratar los síntomas para sentirse mejor. Algunas de las medidas que pueden tomarse incluyen beber mucho líquido, tomar medicamentos para bajar la fiebre, aliviar el dolor y la congestión nasal, y hacer mucho reposo. Si tiene preguntas o algo le preocupa, llame a su proveedor de atención de la salud, en especial si la fiebre alta o la tos no ceden, o si los síntomas persisten durante más de cinco días sin que haya mejoría.

Cualquier enfermedad puede hacer que sea difícil mantener los valores del azúcar en la sangre controlados. Es posible que los controles de azúcar en la sangre deban hacerse con mayor frecuencia que lo habitual y que mantener los valores objetivo requiera un gran esfuerzo. Tal vez deba hacer ajustes en su alimentación y los medicamentos. Consulte siempre con su proveedor de atención de la salud o con un educador en diabetes certificado para obtener un programa personalizado para la enfermedad.

¡Les deseo a todos unas vacaciones con salud y felicidad, libres de resfríos y gripe!